domingo, 15 de febrero de 2009

Letra y Música

Sonaba una canción en la radio del coche o quizá era una cassette -sí, seguro que era una “cinta-cassette"- y la pequeña Mar, al reconocerla, la tarareaba alegre. Bueno, a decir verdad, sólo pronunciaba las dos o tres últimas palabras del estribillo y, además, con una cadencia más lenta, en fuga, de manera que su voz se oía un instante después de que el intérprete había terminado su frase y tomaba aliento para la siguiente (Bailando, me paso el día bailando… e inmediatamente después se escuchaba el “bailando” bis en la dulce e infantil voz de Mar).

El padre de Mar, cuando era pequeño, quizá no fuera del todo malo para el ritmo, pero era "negado" para las letras. Cuando su madre –la abuelita de Mar- le llevaba a la sabatina de Carrión, él se preguntaba por el significado de “No jado” –del verbo jadar, pensaba- mientras la feligresía cantaba al Señor que no estuviera eternamente “enojado”. Quizá fuera porque se mareaba al olor de las velas en las iglesias, pero no entendía lo de "los brotes de olivo en torno a una mesa” ni lo del “siervo que a la fuente de agua fresca va beber. Y los domingos por la tarde, cuando su padre –el abuelito de Mar- ponía los discos de Gardel en el pickup azul (con la lucecita roja que tardaba un ratito en encenderse del todo desde que se enchufaba) creía que, en “Volver”, Carlitos declaraba su amor a la vieja calle “donde me cobijo” (“donde el eco dijo”) y que, en Yira, yira, buscaba un pecho fraterno en el que morir abrasao (“abrazado”). Y también pensaba que Clavelitos era el nombre de una mujer (no en vano su primer amor fue Merceditas, Merceditas de su corazón) a la que la tuna le llevaba pajaritos “colorados” (colorines llaman en Cantabria a una especie de jilgueros). Y cuando Rafa trajo los discos Parlophone de 45 rpm de los Beatles, pensaba que “Amalusa” (“I’m a looser”) era una bella chica a la que cantaban los de Liverpool, – No era extraño si tenía una prima que llamaban “Nenusa”! -. Y aún no sabe lo que dice la Carrá cuando le explota-lexpló-lexplotaexplota su corazón: Libe, libe, libe… qué?

(Y tú? seguro que conservas en la memoria sabrosos “tenientes”.)

El primer LP que compré en mi vida fue “Bridge over troubled waters” y en la contraportada de la funda del disco se podían leer las letras de sus canciones: “Frank Lloyd Wright”, “The only living boy in New York,… Curiosamente en la versión española, sobre la frase “making love in the afternoon” de “Cecilia”, la censura había sobreimpreso la palabra “turbulentas” del título para que no se pudiera leer tal “cochinada. Así que aprendí a cantar las letras con la música de S&G: I’d rather be a sparrow than a snail…Bye, bye love…I am just a poor boy, though my story’s seldom told… Y también a acompañar a The Beatles con las letras de “St. Peppers Lonely Heart’s Club Band” y a The Moody Blues con las de “Question of Balance” y a Don McLean en "Vincent" y en “American Pie” y... ¡que maravillosa sensación disfrutar de letra y música! La combinación perfecta!

Pero, pasado un tiempo, volví a perderme otra vez en el laberinto de las letras de las canciones. Escuchaba a Jacques Brel la primera frase de “Ne me quitte pas” y me dejaba en tal estado de "enmimismamiento" que lo demás era pura –y emocionante- melodía. Igual que cuando visualizaba el lagarto que se moría al sol en el pueblo blanco de Serrat o escuchaba a Iva Zanicci lo de “signor capitano si fermi qui”… o me enamoraba de Yolanda con Pablo Milanés: ya no conseguía enterarme de más. Me quedaba enganchado en la música .

Al Norte, bajo las brumas del Main en Frankfurt, una voz flamenca suena en la noche y caen barreras y fronteras cuando las almas vibran en la misma frecuencia de onda del lenguaje universal de la música.
En el Sur, disfruto de los versos que me recita al oído -ella se sabe todas las letras- y que el encantamiento de las melodías me ha impedido conocer.
La letra es poesía: la “verdad velada” de Rimbaud; la música es lenguaje común para expresar sentimientos. Letra y música. Palabra y ritmo. Norte y Sur. Guerra y paz. Lennon & McCartney….

Pero cuando la vida aprieta, cuando cae la inesperada “nevada”, cuando “ya nada se espera personalmente exaltante” [Celaya]... habrá que cantar. Cantar alto sin que sea importante conocer bien letra y música. Si cantamos con ganas, coros y orquestas filarmónicas sonarán en nuestra cabeza con la 9ª de Beethoven: “Seid umschlungen, Millionen!, Diesen Kuss der ganzen Welt!",…
o seremos Birkin/Gainsbourg susurrando: “Je t’aime, je t’aime, oh oui je táime - Moi non plus. -Tu est la vague, moi l’île nue. Tu vas, tu vas et tu viens entre mes reins et je te rejoins” …o quizá Alfredo y Violeta brindando: “Godiam la tazza e il cantico, la notte abella e il riso, in questo paradiso, ne scopra il nuovo dí” …o saldremos a la calle a celebrar una espléndida y primaveral revolución entonando: “Grândola, vila morena, terra da fraternidade, o povo é quem mais ordena, dentro de ti, ó cidade. Em cada esquina um amigo, en cada rosto igualdade, Grândola, vila morena, terra da fraternidade".

En fin, después de que la gran filósofa del siglo XX (Marisol) sentenciara con acierto que "la vida es una tómbola, ton-ton-tómbola", el no menos grande pensador-cantante-animador de la rumba catalana (Peret) nos señaló el camino a seguir:

Si queréis tener, cantar
Alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz